Durante cinco semanas la emprendedora chilena, Madeleine Valderrama, estuvo cursando el programa Hero Training de Draper University durante las cuales junto a otros 100 fundadores de emprendiemientos de 37 países formaron parte de una intensa formación empresarial donde vivieron experiencias extremas.
La empresaria obtuvo la beca para asistir a este entrenamiento como premio del Programa Bootcamp de Quintil Lab, donde fue elegida entre 12 startup en el Demo Day que se llevó a cabo en Antofagasta.
Y, aunque le habían advertido que fuera preparada para todo, el programa de Silicon Valley superó sus expectativas porque como en los programas televisivos de supervivencia debieron estar a la intemperie entre otras experiencias. El enfoque del proyecto era fortalecer a los emprendedores, su mentalidad, e inspirarlos. El programa incluyó una semana de supervivencia que se realizó en un cañón de California. Ese hiking estaba diseñado para conectar a los emprendedores con su «héroe interior», de manera de proporcionar una formación integral. En una de las ocasiones, sin celulares y en grupos asignados, fueron dejados en un campo de entrenamiento militar. Caminaron 130 kilómetros, aprendieron a construir un barco, a lanzar hachas, disparar rifles automáticos y usar brújulas para moverse de noche, cuenta Valderrama.
La formación consistió en entregar herramientas con expertos de Silicon Valley a través de clases, charlas, mentorías y promoción del networking para apoyarlos en el crecimiento, conocer nuevos clientes y fondos de inversión a los que pueden acceder las startups que pasan por este programa. Además de adquirir herramientas claves como la negociación, y presentación de ideas.
El enfoque del proyecto era fortalecer a los emprendedores, su mentalidad, e inspirarlos. Desde el primer día, Valderrama se asombró cuando Tim Draper, el reconocido inversionista y fundador de la universidad centrada en el emprendimiento y la innovación, se quitó los zapatos y se lanzó a la piscina con traje, frente todos los emprendedores. ”Solo para demostrarnos que cuando uno tiene que saltar, a veces no hay tiempo para nada, ni para prepararse. Y varios terminamos en la piscina’, relata Madeleine.
El programa continuó con charlas y clases impartidas por personas brillantes como Dan Goldin, exdirector de la Nasa, o Rachel Konrad, profesora de Stanford que trabajaba directamente con Elon Musk.
Finalmente, la fundadora de la startup Bruna.ai, empresa que utiliza inteligencia artificial para predecir la calidad de la materia prima y hacer sugerencias de cómo optimizarla en diferentes procesos productivos, recuerda algunas experincias como cuando tuvo que salir a la calle en pleno centro de San Francisco a vender preservativos o cuando terminó en la piscina junto a Tim Draper, el mismo que invirtió en empresas como Tesla o Hotmail.com