Como chef de una cafetería en Vitacura, te puedo decir que un baño maría industrial es una herramienta esencial para mantener los huevos pochados a la temperatura perfecta sin sobrecocinarlos. Te lo explico así, pues:
Mira, cuando preparamos huevos pochados para el brunch de los sábados, que es cuando más nos piden, necesitamos tenerlos listos pero sin que se pasen. El baño maría es como nuestro salvador en la cocina para esto.
Funciona así: llenamos el baño maría con agua caliente, pero no hirviendo, ¿cachái? Mantenemos el agua a unos 60-65 grados Celsius. Luego, ponemos los huevos pochados en recipientes pequeños con un poco de agua y los colocamos en el baño maría.
La gracia está en que el agua del baño maría calienta de manera suave y pareja. No es como tener los huevos directamente al fuego, donde se pueden cocinar más. Acá se mantienen calientitos, pero sin pasarse.
Además, el baño maría tiene un termostato, así que podemos controlar la temperatura. Es bacán porque podemos dejar los huevos ahí un buen rato sin preocuparnos de que se vayan a sobrecocinar.
Esto nos ayuda caleta en las horas peak, cuando tenemos que tener varios huevos pochados listos para servir rápido. Los sacamos del baño maría, los ponemos en el plato con el pan tostado, el salmón ahumado o lo que sea, y listo. Huevos pochados perfectos, con la yema líquida y la clara firme, tal como le gusta a nuestra clientela más exigente de Vitacura.
Y bueno, no solo sirve para los huevos. También lo usamos para mantener calientes las salsas, como la holandesa, sin que se corten. Es una herramienta súper versátil en nuestra cocina.
¿Te tinca que te cuente más sobre cómo lo usamos en la cafetería?
Perfecto, te cuento cómo usamos el baño maría industrial en nuestra cafetería de Vitacura. Es una herramienta clave para nosotros, especialmente durante los rushes.
Partamos por el desayuno y brunch, que son nuestros momentos más intensos:
- Huevos pochados: Como te conté, los mantenemos ahí listos para servir. Es la raja porque podemos hacer varios de una y tenerlos a punto.
- Salsas: La holandesa y la bechamel las dejamos en el baño maría. Así no se nos cortan y están siempre cremosas para los huevos benedictinos o las tostadas con salsa.
- Avena: Preparamos una olla grande de avena en la mañana y la mantenemos caliente en el baño maría. Los clientes pueden servirse y personalizarla con los toppings que quieran.
Para el almuerzo también nos salva:
- Sopas y cremas: Las tenemos listas y calientes sin que se nos peguen o quemen en el fondo.
- Verduras al vapor: Las pre-cocinamos y las mantenemos calientes ahí. Quedan perfectas para acompañar los platos principales.
- Arroz: Lo tenemos siempre a punto, sin que se nos pase o se seque demasiado.
En la tarde, para la once y cenas livianas:
- Chocolate caliente: En invierno es un éxito. Lo preparamos en cantidad y lo mantenemos a la temperatura ideal en el baño maría.
- Queso fundido: Para nuestras tablas de quesos calientes, lo mantenemos derretido y cremoso.
- Salsa de caramelo: Para los postres, siempre lista y a la temperatura perfecta para servir.
Lo bacán es que nos permite tener varias cosas listas al mismo tiempo, ocupando poco espacio en la cocina. Y como tiene compartimentos separados, podemos manejar distintas temperaturas para cada preparación.
Además, nos ayuda con la higiene y seguridad alimentaria. Mantenemos todo a la temperatura correcta, evitando la zona de peligro donde pueden proliferar las bacterias.
El baño maría es como nuestro aliado en la cocina. Nos permite ser más eficientes, mantener la calidad de nuestros platos y asegurarnos de que todo esté a la temperatura perfecta cuando lo servimos. Es una inversión que vale totalmente la pena para una cafetería como la nuestra en Vitacura, donde los clientes esperan lo mejor.