A partir de la vigencia de la Ley Karin, las empresas en Chile deben realizar una serie de acciones para cumplir con los nuevos estándares de protección contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo.
La Ley Karin, oficialmente conocida como Ley 21.643, introduce importantes cambios en la normativa laboral de Chile, estableciendo nuevos estándares de protección contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo. Esta legislación, publicada el 15 de enero de 2024 y con vigencia a partir del 1 de agosto de 2024, modifica el Código del Trabajo y otros cuerpos legales con el objetivo de prevenir, investigar y sancionar estas conductas. La Ley Karin, en reconocimiento a Karin Salgado, Técnica en Enfermería de Nivel Superior (TENS) que se suicidó tras ser víctima de acoso laboral, establece que las relaciones laborales deben basarse en un trato libre de violencia, respetando la dignidad de las personas y con una perspectiva de género.
Para prevenir el acoso y la violencia, “las empresas deben implementar un protocolo de prevención del acoso sexual, laboral y la violencia en el trabajo. Este debe estar disponible para todos los empleados y debe incluir medidas claras para proteger la privacidad y la honra de todas las personas involucradas en cualquier procedimiento de investigación”, explica el experto en la materia y CEO de Skualo.cl Jaime Sepúlveda. Además, es esencial que este protocolo contemple cómo manejar denuncias inconsistentes.
Otra tarea que contempla la ley es incorporar la perspectiva de género en todas las relaciones laborales, promoviendo la igualdad y eliminando cualquier forma de discriminación basada en el género.
Daniela Moya, Jefa Legal B2B en Total Abogados, comentó que “las empresas deberán incorporar en su reglamento interno un protocolo de prevención de acoso sexual, laboral y violencia en el trabajo, que cuente con los lineamientos elaborados por el organismo administrador del seguro de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales al que se encuentre afiliado”.
Valentina Laval, cofundadora de Lifebox y Chief Learning Product Officer de la empresa especializada en capacitaciones sobre cultura organizacional y power skills, explicó que los colaboradores ahora pueden aprovechar la Ley Karin mediante herramientas prácticas ofrecidas en los programas de formación. Estas herramientas permiten identificar comportamientos dañinos, comprender el impacto de las propias acciones y estar informados sobre los protocolos de prevención, sanciones y los canales adecuados para realizar denuncias.
Los empleadores tienen la obligación de informar semestralmente sobre los canales internos disponibles para la recepción de denuncias, así como las instancias estatales para denunciar cualquier incumplimiento de la normativa laboral. Esta información debe ser clara y accesible para todos los empleados.
En términos de procedimientos de investigación, las empresas deben incorporar en su reglamento interno un proceso específico para investigar denuncias de acoso y violencia, basado en principios de confidencialidad, imparcialidad, celeridad y perspectiva de género. Además, deben establecer medidas de resguardo, como la atención psicológica temprana, proporcionada por organismos administradores como el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) o las mutualidades de empleadores como la ACHS, Mutual de Seguridad y el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST).
“Modificar el procedimiento de investigación ante denuncias de acoso, incorporando las denuncias por acoso laboral y violencia en el trabajo, así como también los cambios que dispone la ley respecto a dicho procedimiento”, recomienda Moya de Total Abogados.
“Esta nueva normativa impulsa a los colaboradores a desarrollar competencias que se aplican directamente en su trabajo, como la comunicación asertiva, que ayuda a evitar los extremos de la pasividad y la agresividad, promoviendo relaciones basadas en el respeto. También se incluyen la gestión de la diversidad e inclusión, así como la autorregulación emocional”, explica Laval.
La capacitación es un aspecto crucial para la adaptación a la Ley Karin. Las empresas deben capacitar a todos sus empleados sobre los nuevos derechos y normativas, “asegurándose de que todos comprendan el protocolo de prevención y los procedimientos de denuncia e investigación. Esto no solo implica formación teórica, sino también prácticas que fomenten un ambiente de respeto, trabajo en equipo y comunicación abierta”, complementa Sepúlveda.
Para superar las barreras que los empleados puedan enfrentar al denunciar acoso o violencia, las empresas deben trabajar en crear un ambiente de confianza. Esto incluye garantizar la confidencialidad de las denuncias, proteger a los denunciantes de represalias y asegurar que los procesos de investigación sean justos e imparciales.
Finalmente, las empresas deben fomentar buenas prácticas laborales que incluyan el respeto, la tolerancia y la aceptación de la diversidad. Promover espacios para el intercambio de ideas y la resolución de conflictos es fundamental para crear un entorno de trabajo seguro y saludable.