En los últimos años, el fenómeno del narcotráfico, lavado de activos y delitos conexos a la ley 20.000 en Chile ha experimentado un crecimiento alarmante, afectando no solo a las comunidades más vulnerables, sino también a las instituciones del Estado y cuerpos intermedios de nuestra sociedad. En este contexto, los abogados especializados en la ley 20.000 han adquirido un rol central, generando controversia en cuanto a la ética y los alcances de la profesión. Para profundizar en este tema, entrevistamos a Antonio Varas, abogado especializado en la ley 20.000 y delitos de alta complejidad y conocido por su trabajo con algunos de los casos más emblemáticos del país, asesorando a otros profesionales del área penal y estudios jurídicos tanto el personalmente y como con su equipo de abogados asociados. Antonio Varas nos da su visión sobre el creciente papel de estos profesionales y el impacto en el sistema de justicia.
El auge de los abogados de narcotraficantes
Chile ha visto en las últimas décadas una diversificación en la oferta de servicios legales, adaptándose a las nuevas realidades delictivas, producto de varios factores tales como el fenómeno migratorio y los intricados métodos de lavado de activos producto de ilícitos de drogas. Uno de los sectores que más ha crecido es el de los abogados expertos en ley 20.000 y delitos conexos en asesorar apersonas involucradas en estos delitos Este fenómeno ha llevado a que abogados como Antonio Varas, con más de 15 años de experiencia tanto como abogado o asesor jurídico en litigación penal, se hayan posicionado como figuras claves en el sistema de defensa de derechos de personas involucradas en este tipo de ilícitos.
Según Varas, «el narcotráfico se ha vuelto más sofisticado, y eso también requiere una defensa más estratégica, técnica y especializada. No es lo mismo defender a alguien que fue sorprendido vendiendo pequeñas cantidades de droga o que cultiva unas 5 plantas para el consumo o uso terapéutico , o un chofer de un taxi ,uber que fue contratado para una carrera y desconoce que el pasajero transporta drogas, armas y dinero de ilícitos muchas veces se ven involucrados pasando un largo periodo de prisión preventiva siendo del todo injusto y ahí también se necesita un defensor penal especializado ,otro ejemplo el uso de bodegas que sin conocimiento de sus dueños son usados par el almacenamiento de drogas , casos como negocios lícitos que se han asociado con “inversionistas” que sin conocimiento del socio se ven afectados por que los capitales aportados son producto del ilícito de drogas ,entones no es lo mismo defender a personas antes mencionadas que a un líder de una organización criminal nacional o internacional». Con el aumento de las condenas por tráfico de drogas y la complejidad de los casos, los abogados de expertos en ley de drogas se han visto en la necesidad de mejorar su conocimiento en áreas como el derecho penal, económico y la investigación forense
Ética y estigmatización: el dilema de defender a narcos
Uno de los aspectos más polémicos de este tipo de defensa es el estigma y la caricatura que pesa sobre los abogados que trabajan o se especializan en la ley 20.000 y delitos conexos o de alta complejidad. Existe una creencia generalizada de que estos profesionales están, de alguna manera, avalando el crimen organizado al representar a personas involucradas en casos de ley 20.000 o son sus consejeros es cierto que en la fauna de abogados existen personajes que gustan de ser conocidos como abogados de narcos pero no es menos cierto que existen una gran cantidad de abogados que son serios ,docentes ,ex fiscales que realizan defensas técnicas, activas y profesionales en este ámbito .Sin embargo, Varas defiende su labor con firmeza: «Como abogado, mi trabajo es garantizar que cada persona, independientemente de los delitos que se le imputen, tenga derecho a una defensa justa y adecuada. No somos jueces, somos defensores de los derechos procesales de nuestros clientes». El 70 % de las defensas que hemos realizado como estudio jurídico las personas son primerizos o derechamente inocente y sino fuera por una defensa activa y técnica muchos estarían presos injustamente.
Para Varas, el derecho a la defensa es un pilar fundamental del sistema de justicia chileno, y cualquier intento de socavar este principio puede poner en riesgo la legitimidad del Estado de Derecho. «El problema», explica, «es que la gente asocia la defensa con la aprobación del delito, y eso es un error. El narcotráfico es una actividad criminal, sí, pero eso no significa que las personas involucradas pierdan sus derechos o se puedan vulnerar sus garantías constitucionales o recurrir a prueba ilícita para ».
Los desafíos técnicos de los casos de narcotráfico
Varas también señala que las persona involucradas en delitos de ley de drogas presenta desafíos únicos desde un punto de vista técnico. «Estos casos suelen involucrar una cantidad enorme de pruebas, desde escuchas telefónicas hasta análisis de movimientos financieros. Es fundamental que el abogado sepa manejar este tipo de evidencias y, en muchos casos, identificar fallas en los procedimientos que pueden significar la diferencia entre una condena o una absolución».
Además, Varas subraya que el narcotráfico ha evolucionado hacia estructuras más organizadas y sofisticadas. “Ya no estamos hablando solo de ‘microtráfico’ o ventas en las calles. Ahora hay redes internacionales involucradas, con estructuras financieras muy complejas. Esto demanda un nivel de especialización mayor por parte de los abogados”. En este contexto, un error en la interpretación de una ley o en el manejo de pruebas puede tener consecuencias graves para el resultado del juicio.
El papel de los medios de comunicación
Otra de las problemáticas que rodea la defensa de narcotraficantes es el papel de los medios de comunicación en estos casos. Varas sostiene que muchas veces los medios contribuyen a una percepción negativa de la profesión al asociar de manera directa al abogado con el cliente. «Los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad en cómo informan sobre estos casos. No podemos olvidar que, hasta que no se pruebe la culpabilidad, cualquier persona tiene derecho a ser tratada como inocente», enfatiza.
Varas también destaca que la exposición mediática afecta la percepción pública de los casos de narcotráfico, lo que puede influir en la justicia. «Cuando los medios ya han juzgado al acusado antes de que lo haga un tribunal, se crea un ambiente hostil, no solo para el acusado, sino también para los abogados defensores», afirma. Esta dinámica, según él, dificulta el trabajo de los profesionales del derecho y refuerza los prejuicios sociales hacia quienes defienden a personas involucradas en delitos de ley 20.000.
El crecimiento del narcotráfico y la necesidad de una defensa sólida
Chile se encuentra en un punto crítico en lo que respecta al narcotráfico. Según el abogado, la falta de oportunidades, la desigualdad social y la permeabilidad de las instituciones públicas han permitido que el crimen organizado crezca en el país. «La defensa legal es solo una parte del problema. Si no atacamos las causas estructurales del narcotráfico, como la pobreza y la corrupción, la falta de fiscalización de los organismos estatales seguiremos viendo un aumento en estos delitos», dice Antonio Varas.
La especialización en este tipo de defensas ha crecido, no solo por el aumento del narcotráfico, sino también por la necesidad de garantizar procesos judiciales justos. En un contexto en que las acusaciones pueden ser complejas y las pruebas técnicas, las personas involucradas en este tipo de delitos no son los únicos que necesitan representación legal experta: el propio sistema judicial requiere de abogados capacitados para manejar estos casos de alta envergadura.
Reflexiones finales
A lo largo de la entrevista, Antonio Varas dejó claro que, aunque la labor del abogado es malinterpretada o criticada, él ve su rol como fundamental para el equilibrio de la justicia en Chile. Y esto no solo sucede con los abogados especialistas en drogas sino también con la defensa de delitos sexuales o de terrorismo «El trabajo de un abogado es garantizar que los derechos de su cliente sean respetados, independientemente de quién sea o qué haya hecho. Ese es el principio básico de nuestro sistema», concluye Antonio Varas.
En resumen, el alza de los abogados especializados en narcotráfico es un reflejo de las dinámicas criminales en evolución en el país. Sin embargo, su trabajo sigue siendo esencial para preservar los derechos individuales y el funcionamiento del sistema de justicia. Para Varas, la defensa de los derechos humanos y procesales es una responsabilidad ética que debe ser asumida sin importar el contexto, dejando a los jueces la tarea de dictar sentencia.