Su primer desarrollo ha servido para capacitar a miles pilotos comerciales a nivel global. Hoy se reúnen en torno a su proyecto más ambicioso: mejorar la vida de millones de personas a un bajo costo, empezando por atender la necesidad de seguridad.
A Cristián Acuña y Sebastián Rioseco los unió la pasión por los aviones, pero también las dificultades económicas que ambos experimentaron para cumplir con las horas de vuelo necesarias y obtener sus licencias de piloto. Para resolver este “dolor”, invirtieron ocho años para crear el simulador del modelo Airbus 320, el cual terminó siendo tan real y avanzado, que lograron que fuera certificado por Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la empresa francesa fabricante de esta aeronave. En 2013, fundaron la empresa ASD Chile y desarrollaron un programa especial para la aerolínea SKY, para utilizar el simulador en la transición de sus pilotos desde el Boeing 737 a los nuevos Airbus 320.
Casi una década después, su primera invención se continúa utilizando en la instrucción profesional de pilotos comerciales alrededor del mundo, aunque Cristián y Sebastián no obtuvieron grandes beneficios económicos, ya que su juventud y falta de experiencia hicieron que vendieran los derechos técnicos y la empresa a un valor relativamente bajo. Sebastián siguió su carrera como piloto comercial en China, donde actualmente reside, y Cristián terminó sus estudios como ingeniero civil y obtuvo un máster en robótica en el MIT.
Su proyecto más reciente es la integradora de triple impacto que acaban de lanzar bajo el nombre de Quanttum. El concepto proviene de aunar investigación, desarrollo técnico, tecnologías, recursos y talentos para hacer realidad ideas de alto valor agregado y escalabilidad que resuelvan las problemáticas más urgentes en las vidas de las personas, pero a un bajo costo.
“La humanidad cuenta con las herramientas para resolver cualquier desafío, sin importar su complejidad. Lo que falta son personas comprometidas a trabajar juntas para lograr ese objetivo”, explica Cristián Acuña, quien por primera vez deja su bajo perfil público ―es casi imposible encontrar información sobre él en prensa, Internet o redes sociales―, para impulsar Quanttum.
“Contamos con un modelo precursor de creación de valor, basado en el trabajo colaborativo e inspirado en un propósito común, atendiendo necesidades mayores que las propias”, señala Acuña. Esta visión ha atraído a nuevos socios para fortalecer la propuesta de valor y el desarrollo de las soluciones que se gesten al interior de la integradora: Fernando Contador, como director de Operaciones; Ignacio Santa Cruz, como director Financiero; Sebastián Goycoolea, como director de Estrategia de Negocios y Rodrigo González, que se desempeña como director de Desarrollo.
Recientemente, levantaron un capital inicial de USD$ 3 millones para tres soluciones que están en el pipeline de la integradora. La primera es un dispositivo que ayudará a las personas en situaciones de emergencia, que es capaz de activar de manera remota y autónoma a la red de apoyo y seguridad del usuario.
“La necesidad de seguridad es un tema país, que afecta a todos los ciudadanos sin importar su edad o dónde vivan. Según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, un 64,2% de las personas dejó de salir a caminar por ciertas áreas o lugares por la sensación de inseguridad”, explica Acuña.
Actualmente, están trabajando el prototipado final con fabricantes en el extranjero que aseguren el estándar de calidad y los márgenes de precio que permitan obtener un dispositivo de uso masivo y a bajo costo, “que ojalá no supere los USD$50”, sostiene. La meta de Quanttum es que, durante el primer año, el dispositivo llegue a un millón de chilenos, por lo que se encuentran evaluando distintas alianzas estratégicas con entidades y actores relevantes del mercado “que posean buena cobertura y nos permitan generar estructura de pago que haga más universal su acceso”.
Las otras dos soluciones que ya pasaron la etapa de desarrollo técnico es una aplicación gratuita de acompañamiento, orientación y motivación vocacional para jóvenes, que integra Inteligencia Artificial y un sinnúmero de funcionalidades y recursos para ayudarles a tomar la mejor decisión en términos de financiamiento y alternativas profesionales. También están trabajando en una solución que optimiza el proceso de las plantas desaladoras para aumentar la producción de agua y valorizar la salmuera, evitando que siga siendo un residuo que se vierta al mar.
